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Método Histórico de las Generaciones

familiar

 

HONDURAS

SiSILUETA DE UNA BITÁCORA

 

Los sucesos que acontecieron durante el año de 1969, afectaron radicalmente  mi percepción sobre el año en que nací, pues el hecho de que tuvieran lugar cinco eclipses dos solares y  3 lunares es estimulante,  saber que fue un hombre a suelo selenita y que además se diera una guerra entre mi país y El Salvador llamada esquivocadamente la guerra del fútbol  o la guerra de las 100 horas  como contradicción de lo anterior, simbólicamente el Yin yang,  así  que he considerando al año de 1969 un año excitante y además muy erótico,  es  una de las posiciones del Kama Sutra, en fin un año apasionante.

 

 

Hubo tantos hechos extraodinarios como otros  explosivos fue el año en que Led Zeppelin lanza su primer albúm y que el famoso y controversial presidente de EEUU, Richard  Nixon llega al poder,  y por si fuera poco  una mujer por primera vez llega a ser primera ministra en Israel, la famosa Golda Meir generación 1900 , es tan  cautivador éste hecho debido a que las mujeres de mi familia siempre fueron rebeldes e independientes.

 

Un huracán que  recuerdo mucho es el   huracán Fifí de 1974, apenas tenía tres años cumplidos y le pedí a mi hermano que me leyera lo que decían esas cositas negras que él ya sabía leer porque ya había pasado por primer grado, y es que habían unas fotos grandes y en un color sepia muy llamativas, así que quería saber qué pasaba, desde ese día Ray me leyó las noticias sobre lo que ocurría en Honduras, me explicaba que era lo que había en las fotosq ue eran de la vida real, que no eran muñequitos animados, una de ellas me impresionó mucho, era un niño ya casi desnudo en una palmera quién se veía quería pasarse a un techo pero el viento lo azotaba, su angustia en la cara, todo mojadito, y casi a punto de caerse al agua,  esa foto era una de tantas, pienso en el fotógrafo y la verdad no tengo idea hasta el día de hoy el como hizo para sacarla. Como nos salimos porque en la parte de atrás de la casa está el Río Grande o Choluteca, y nos fuimos donde mi abuelita Marcos, pues me pregunté porque tenía que dormir fuera de mi cuarto, pero yo obedecía, y punto, al regresar nos encontramos con una casa inundada de agua, pero de la potable porque a alguien (espero que no a mi) se le olvidó cerrar uno de los grifos de un lavamanos, así que nos divertimos de lo lindo con Rainel y Luis, ya que hicieron muchos barquitos de papel mientras se limpiaba tanta agua, y como dijo mi mamá, no fue culpa del Fifí sino de Fifí, creo que me echó la culpa a mi, pero si fui yo me la pasé de lo lindo...y mi mamá es una mujer de raíces, se los aseguro, tanto o más que mi papá. De mi familia directa tengo un apartado en ésta página web, en dónde cuento algunas de las influencias que recuerdo desde cada uno de ellos.

 

Provengo de un clan de mujeres muy fuertes, mi bisabuela por parte de mi mamá, que tenía unos hermosos ojos gris azul,  unas trenzas grises oscura con vetas blanca,  tenía la costumbre de sentarnos a todos alrededor de una mesa hecha de una sola pieza, ésta madera es un árbol cortado en ese lugar,  alrededor de ella la familia y especialmente las mujeres de la familia, abuela, tías abuelas, tías, mamá y primas, estabamos conversando sobre el curso de la conducción familiar, la mesa estaba allí antes que la casa, jamás se podía sacar de la cocina comedor, todo se  construyó alrededor de la mesa porque es el  símbolo  de la familia y sus raíces. Así fue mientras vivió en un pueblo cerca de Tegus, llamado  La Venta, famoso por sus comerciantes, luego se mudaron a Tegucigalpa y allí se continuó la costumbre de las reuniones sabatina alrededor de un comedor ya no de madera sino uno muy grande de vynil y acero de tono verde suave, eso si lo que no cambió nada fue tomar el café, o café con leche con rosquillas, rosquetes o marquesote, obligatorio embeberlos en el café, esa es una marca entre Honduras y El Salvador, porque ellos lo prefieren seco antes de morder y nosotros lo mojamos y comemos, en fin unas delicias,  los que no tomamos café, nos daban atol de elote con cuajada y tortillas fritas acompañaditas de frijoles parados bien frescos, mmm, delicioso, además los plátanos cocidos bañados en mantequilla crema, eran más que ingobernables en mi paladar...

 

Fue un privilegio asistir  a esas reuniones de mujeres de la familia, eran el gobierno familiar, allí se decidían asuntos como bodas, fiestas, apoyos  en los sepelios, herencias, trabajos, problemas íntimos que resolver, etc, además de recordar anécdotas comunes.

 

El proceso que viví por esa razón fue muy singular con respecto a mi condición femenina en este mundo con cultura machista y mi carencia de pleitesía total hacia el sexo masculino, me convirtió en una niña totalmente ajena a los sin sabores de la discriminación por género debido a que jamás consideré la opinión de un hombre mejor o peor que la de una mujer, y mi papá resultó ser más feminista que mi propia mamá, quién se vio embuida en un sistema de sistema de costumbres que aún me resultan absurdas y divertidas mientras no me las quieran aplicar a mi, es más recuerdo una encliclopedia, que describía a la mujer como una especie de maniquí y dónde aparecían las proporciones adecuadas de una mujer, sentí que se observa a una mujer como una res a la que llevan al matadero,  se llama "Enciclopedia de la mujer", HORRENDA, tenía tips para el aseo, limpiar, pulir, remendar, cocinar, etiqueta, tipos de telas, manualidades, cómo llevar a cabo reuniones de trabajo,  descripción del proceder de una mujer en sociedad y en ciertas reuniones, cómo atender al marido, a los hijos(as), que enserñarle a las niñas, en fin un sin número de reglamentos sociales que aún hoy en día me cercenan el corazón. Peor aún es encontrar que se sigue vendiendo, espermos que las nuevas versiones sean ya con perspectiva de genero.

 

Dicha ignorancia me acompañó hasta que corroboré que mi mamá  queriendo reiterar mi papel de niña ante mis tres hermanos,  azulejó mi  baño de color rosa (color que detesto hasta el día de hoy) fue entonces que  a los ocho años de edad me percaté de que había una especie de "locura" en la gente grande, refiriéndome a las diferencias que hacen por causa de la ausencia de un pene y dos testículos en la parte baja del cuerpo humano,  como leí tanto a Mafalda y a un escritor español  llamado Álvaro de La Iglesia  /generación 1915 desarrollé cierta ironía cómica de todo a mi derredor, especialmente sobre ciertos parámetros que según tenía que seguir y claro no los seguí porque no me interesó hacerlo, de hecho ni el amor fue un impedimento para existir sin angustia de esos supuestos, mis abuelas, especialmente la mamá de mi papá, jamás se doblegó, se casó con quién quiso en contra de su familia y le costó viajar  16 días completos en un burro de regreso a Tegucigalpa para advertirle a mi abuelo que si no se casaban, la terminarían "matrimoniando" con un ricacho de San Pedro Sula.

 

De esos azulejos me reí al menos una semana completa, frente a mi mamá quién si bien es cierto ganó al colocar esos horrendos azulejos rosa con margaritas, yo a cambio aprendí a oponerme al sometimiento desde una madre a su hija, comenzó la guerra... y creo que fue una buena guerra, porque quedamos de amigas. Lo que comprendí  es que si me gusta el color azul cobalto en mi espacio nada cambiaría eso, ni  en mi alma, no permitiría que acepciones distorsionadas de lo que es supuestamente femenino me impidieran ser, fue culpa de mi mamá si  mi nana fue Mafalda,  extrañamente dibujada por un hombre, o que mi  héroa fuera mi abuelita Lipa, quién hizo lo que quiso y ella misma una mamá casi rebelde, casi snob, era un tema de observación,  formaba parte del grupo de las esposas de ingenieros, así que tuve la oportunidad de observarla mientras capeaba las lisonjas de ciertas señoras, no le gustaba ir, pero lo hizo por mi papá y su trabajo, de hecho fue la que me regalo un diario y si, me gustó eso de escribir, especialmente sobre las incoherencias de los grandes y sus temores, yo de paso escribí sobre todo y de paso me curaba de locuras imaginadas como en esos programas de "Perdidos en el espacio", "Planeta de Gigantes", luego ya más grandecita adoraba esos programas de Cosmos, el planeta de los simios, Libro Azul, Twilight Zone, Star Trek en fin disparates y las singulares revistas y enciclopedias que hubo siempre en la casa, los llamados libros prohibidos, de hecho eran los de arte y ciencia...

 

 

En esa época amé a Jacques Ives Cousteu generación de 1915,    existían unos programas sobre viajes al fondo del mar que me alucinaron mucho junto a las aventura que relataba    Julio Verne que es de la generación de 1825 o la de los tuxtepecadores, el viaje que he emprendido a mis clásicos es una de las experiencias más enriquecedoras y hermosas que estoy teniendo el día de hoy porque la memoria recobra íconos y a través de éste trabajo brego  un tiempo infinito que yace en mis recuerdos y los recuerdos compartidos por los demás.

 

Tuve suerte de tener papás viajeros sin preámbulo alguno nos llevaban por todo el país o fuera de él, viajamos a lugares hermosísimos, pero recuerdo especialmente una noche en que nos llevó a Tela una de las costas del norte de Honduras, dormíamos y de repente nos levantó, dijo que nos mostraría algo hermoso, eran como las once de la noche, nos sacó a la playa a caminar y en eso nos dimos cuenta de la extraordinaria luna llena que iluminaba todo como un sol  blanco de luz estridente y bella, era inmensa tan grande que parecía que se comía el mar, era lo que quería que apreciáramos el cenit lunar, máxime estando en la playa, fue increíble, mi mamá reía mucho, nos quedamos sentados, mi papá tocó una pieza en su guitarra y luego todos como hipnotizados nos callamos para observar aquel espectáculo natural tan hermoso y subyugante.

 

Por estos mismos viajes, conocí Copán Ruinas en el occidente de Honduras, el  Lago de Yojoa, el río Cangrejal,  Nicaragüa, México, Guatemala, El Salvador, y pueblos aledaños como Santa Lucía, Valle de Ángeles,  y hacia el sur  Ojojona, Sabana Grande, isla del Tigre, en ese sur es donde disfruto de las rosquillas de queso o de masa tostada, rosquetes, rosquillas en miel, dulces de rapadura, atoles, galletas de manteca, anafres de frijolitos con queso y copetines, de los suculentos plátanos machos y fritos, bananos o guineos, dátiles, montucas, nísperos,  y pescados fritos acompañados de tajaditas de plátano, arroz, aguacate de mantequilla, etc. Porque además de esos viajes al interior de mi país, pude observar las  grandes extensiones ocupadas por compañías extranjeras.

 

Tuve el privilegio y lo digo con certeza de haber estudiado en una escuela primaria y bilingüe un nuevo concepto educativo que sa basó en el constructivismo se llamó la Pan American School, estab dirigida por una familia estadounidense lde apellidos Hartman,  Mr. Dick era matemático, su esposa Norma Hartman era maestra y su hijo Mr. Paul, era un joven muy entusiasta que me consentía mucho, me andaba en brazos, y si que era alto porque recuerdo que a todo mundo veía más bajitos que yo, y qué suerte tuve. En fin pasé muchas experiencias en una escuela dónde los cerrojos no existían, los pupitres eran compartidos y grandes, el lugar en que nada se perdió nunca y que no había rejas en el patio superior solamente un hermoso campo con árboles y mucho terreno.

 

Años después comprendí que tuve ventajas educativas, ciertos contextos se me hacen muy reducidos, poco inteligentes y de otros aprendo mucho (parte de ese sistema de auto aprendizaje). Ya más grandecita estudié en otro colegio llamado Mayan School no me encantó porque era lo contrario a lo que estuve acostumbrada, elitista, reglamentaria, pero al menos tuve buenos profesores, entre ellos uno llamado Mr. Martínez, el fue el que llevó a un escritor muy conocido en Honduras y que ya falleció, llamado Roberto Castillo ya habíamos leído su cuento de hecho fue llevado al cine por un cineasta hondureño llamado Hispano Durón.  En mi caso jamás vi la película porque leí el cuento así que no quería hacer comparaciones sobre lo llevado a la pantalla y mi propia imaginación.

 

En esos años leí por ganas y a causa de tareas de la escuela a Charles Dickens, Mary ShelleyWalt Whitman, Edgar Allan Poe que me fascinó, Herman Melville  con su Moby Dick, Leon Uris, Federico García Lorca, Isabel Allende, Octavio Paz, Roberto Sosa, Froylán Turcios, Juan Ramón, Molina, Gabriel García Máquez, Longino Becerra, de éste último me impactó el hecho de que teníamos que forrarl el libro y no dejar que nos lo vieran porque transcurrían los años ochenta, años de las desapariciones, ese me enseñó que la lectura era rebelde, hasta su título y foto hizo mella en mi, lo cuidé y leí la historia que nadie nos cuenta en la calle, el título de ese libro es "Cuándo las tarántulas atacan", jamás se me olvidó la noche de los secuestros, fue entonces que perdí algo de la inocencia de los años mozos, porque  supe que existía un tal Gustavo Álvarez Martínez que regía el aparato militar que más que un militar era un cónclave yanquee en el país, asesino a sueldo del gobierno estadounidense en Honduras y que se dedicaba a desaparecer y asesinar jóvenes con ideas revolucionarias, de hecho mi hermano Luis fue uno de esos muchachos a los que amenazaron, pero que mi papá le dijo que cuidara su vida porque esas personas no les importa nada más que el poder a como dé lugar, que nada les importa o que nada entienden del socialismo,  hoy en día soy una de esas que tuvo que dejar su país por el confuso rencor del poder malsano que existe en Honduras.

 

Gracias a mis maestros y a visita de Roberto Castillo, me animé a escribir más, ya  escribía mi diario y me lo tomé muy en serio el hecho de que a través de un texto puedes revivir hechos, historias, vivir experiencias ajenas,me gustó esa idea y aún me sigue encantando. Mis intereses de lecturas han variado mucho, me encantan las revistas temáticas, cuando estaba pequeñita leí las novelas romáticas de Corín Tellado, las novelas de misterio de Agatha Christie, las revistas de ciencia MUY INTERESANTE, la colección completa de Sherlock Holmes, además para mis  10 años esas revistas eran atractivas porque tenían escenas muy fogosas   y  provocativas, en parte extrañas para mi,  porque a la para   me  leí toda la enciclopedia médica de la casa, entendí de qué trataba pero me daba curiosidad. Mi hermano mayor como siempre fue guitarrista y bohemio me anduvo paseando por todos los conciertos que se presentaban en el teatro Manuel Bonilla, por ejemplo escuché a cantantes famosos de C.A. como Carlos Mejía Godoy a quién tuve la oportunidad de conocer en un encuentro de ADECA en Nicaragüa dónde estuvo además Claribel Alegría y Ernesto Cardenal.

 

Tuve la suerte de que una profesora de español, Mrs. Martínez me eligiera para leer un poema que escribí para la madre cuando tenía 9 años, así que se hizo usual que escribiera no sé si poesía pero que escribiera y que me escogieran para presentarme en esos eventos escolares. De hecho mi papá me grabó un cuento que inventé a  los 5, así que me dije que era bonito que a la gente le gustara lo que hacía...nunca pensé en ser o querer ser escritora, más me ocupé de escribir poemas y leérselos a los que me tenían mucha paciencia, a cambio me daban casi siempre una sonrisa y un café con pan.

 

Cuando crecí y como seguía yo dando retozos de poemas, mi hermano Ray me dijo que había un grupo o taller de poesía en la Alianza Francesa, así que averigüe y me encantó, me volví bohemia desde los 19 años, nos reuníamos en cualquier lado, en ese entonces en un salón de la Alianza, luego nos fuimos a un costado del teatro Manuel Bonilla, luego nos prestaron varias casas, cada sábado, luego bajo el Congreso Nacional (quién diría que arriba de mi cabeza pesaba la miezma) y luego alquilamos un salón, y tallereabamos con un poeta muy conocido en Honduras que se llama Jose Luis Quesada  y fue cuando la Alcaldía Municipal de Tegucigalpa nos patrocinó una antología sencilla llamada "Casa Tomada"  por dos razones, por lo nómada del grupo y por el tema de la casa tomada en el cuento de Cortázar. Allí conocí a la mayoría de mis amigos, Rubén Izaguirre, Roberto Tinoco, Tony Cálix por medio de él fue que conocí al famoso Tomás Borge uno de los líderes de la revolución Sandinista. También estuvieron en el grupo poetas como Edgardo Florian, Rebeca Becerra, Lety Elvir, Nora Becerra, Roberto Becerra, Sué Laínez muchos y muchas de los que ahora se les reconoce en las letras hondureñas, a mi me conocen un poquito, bueno algo más que un tantito más que eso.  Fue Roberto Tinoco  que me introdujo al mundo exuberante de Vicente Huidobro. Por mi cuenta me di a la tarea de leer autores sudaméricanos entre ellos Clarice Lispector, en el taller conocí a Safo y a otros escritores y artistas del vanguardismo.  Ésta actividad de andar en un taller de poesía cambió mi vida completamente, porque en la universidad escogí la carrera de administración de empresas, más entender como piensan los capitalistas que ven su entorno solamente para sacarle provecho y poder plantear una perspectiva alternativa a lo esperado así que me tocó leer a Kant y a otros teóricos de la economía, y la administración, algunos de ellos mecanizados totalmente en sus teorías, de hecho algunos planteamientos me causaban terror porque si que no les interesaba en lo absoluto el bienestar social, todo era obtener algún usufructo, por ende esa famosa frase de Capital Humano me parece funesta en términos naturales, es enajenante.

 

 

A raíz de los viajes con mi grupo, y lo barato de los pasajes  contacté con escritores de Guatemala, El Salvador, Nicaragüa, Costa Rica, Haití y Panamá, gracias a esos festivales a los que tuve oportunidad de asistir en  grupo o sola, en fin todo un periplo inesperado, inestable y emocionante. Cuando se desintegró el grupo  de Casa Toamada allá por el año de 1998, todos pensamos con nostalgia que habíamos perdido esa oportunidad de la poesía, pero no fue así, me uní a otro grupo de locos y locas del arte ésta vez de artes plásticas que gustaban del performance, por tal razón montamos un evento muy grande en 1999  para rendirles un homenaje a los "desaparacidos del huracán Mitch", que se llamó "1ra Avda. un huracán de arte en Comayagüela",  éste evento natural fue uno de los que más impactó a mi familia, porque estuvimos a punto de perder nuestra casa y pasamos 28 días sin agua y unos dos meses sin energía eléctrica, de todo aprendí durante esos días de "isla" humana en aquella colonia. Poco después viajé a Guatemala a celebrar en un festival llamado Octubre Azul, siendo impresionante como el arte puede evitar la muerte al menos por un día se pareció a un conjuro, tal fue mi alegría al leer y escuchar la noticia al día siguiente de que en ese día de Luna llena no hubo ningún asesinato en toda la ciudad, y fue casual que el festejo de cruzar con Bohemia Sub Urbana toda la capital de Guatemala pusiera a bailar a todo el mundo, delante de ellos una gran procesión de gente, payasos, artistas, poetas y títeres gigantes, hermoso. Tiempo después a principios de 2001 conocería a quien hoy es mi esposo, un mexicano, poeta y pintor quién una vez publicó junto con Jaime Sabines en una antología llamada "La Aldea", gracias a él y sus conocimientos en literatura, he ido leyendo otros autores que me ha recomendado, por ejemplo a Eduardo Lizalde, Jacques Shephen Alexis entre otros él estudió  Letras Hispánicas en universidad  Metropolitana de Xochimilco además me estimuló a que aplicara a becas y demás, nunca me imaginé que me las darían  y que me apoyaran en ese sentido,  así que he ido cambiando debido a tres causa, factores sociopolíticos, el golpe de estado de 2009 en Honduras, la búsqueda por mejorar, y Héctor que es mexicano  por él y su insistencia vine a México y ahora nos vamos a  Suecia. Por mi lado observo a mi ombligo a mi pedacito de tierra que no deja de llorar y eso me sienta como un pedazo de hielo en el corazón, espero que el 24 de noviembre  de 2013, que son las elecciones en mi país represente una oportunidad no una masacre, que es lo que más temo.

 

El viaje de la lectura es infinito y a medida que voy conociendo a otros lectores, que me recomiendan un libro, decido tratar de conseguirlo o leerlo, así que ésta tarea de la vida es una especia de huracán que condensa, tanto la realidad como las dimensiones de quienes crean, así que supongo, será difícil terminar ésta tarea.

 

Otro punto es que desde mi condición sexuada mujer, es dolorosa la existente discriminación que existe hacia la creación e inteligencia de la mujer a la que catalogan de "sensible" por no asumir su beligerancia. Así que estudiar las estadísticas que hicimos junto con otras compañeras que les gusta escribir y leer como Waldina Mejía, Divina Alavarenga, Rebeca Becerra, Ada Luz Pineda, Elisa Logan, Amanda Castro, Claudia Torres, bueno al revisar éstas antologías nacionales e internacionales, encontramos una relación de mujeres hombres de 1/20, con el supuesto de la tan mal manejada "Calidad Literaria" que aún se rige bajo los criterios verticales del machismo y su percepción de la realidad.  Así que de paso fundamos la  ANDEH, o sea la Asociación Nacional de Escritoras de Honduras, ha sido genial porque se han fomentado los espacios equitativos para las niñas y mujeres en el ámbito literario, hoy en día por los estatutos que tiene, horizontales de corte socialista y propositivos es una de las referencias más fuertes cuando se trata de opinión pública nacional e internacional. Bueno éste trabajo no se ha terminado es un trabajo que iré enriqueciendo a medida que lo vaya alimentando de nueva información. Muchas gracias por la oportunidad.  Agrego un esquema pequeño pero ilustrativo de mi entorno durante mi época generacional.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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